Miopía
La miopía es un defecto de refracción o ametropía. El origen de la miopía se encuentra en una excesiva longitud del globo ocular o en un exceso de potencia óptica. La magnitud de la miopía se mide en dioptrías negativas.
Al visualizar, el ojo miope tiene mayor poder dióptrico por lo que la imagen se forma antes de llegar a la retina. Debido a esto, aunque la córnea y el cristalino enfoquen correctamente, en cuanto la imagen se aleja la persona la percibe borrosa. Por el contrario la visión de cerca es extraordinaria.
Una persona con miopía tiene dificultades para enfocar bien los objetos lejanos, se corrige con lentes divergentes, ya sean gafas o lentes de contacto. En algunos casos puede utilizarse la cirugía.
Se sabe que la miopía es hereditaria, por lo que si uno o ambos padres tienen la afección, es más probable que la desarrolle usted mismo. Hasta ahora, los investigadores han identificado más de 40 genes relacionados con la miopía que son responsables del desarrollo, la estructura y la señalización del ojo entre el cerebro y los ojos.
Se sabe que pasar tiempo jugando al aire libre cuando se es niño, reduce el riesgo de miopía y se ralentiza la progresión de la miopía existente. Esto puede estar relacionado con el hecho de que sea más brillante al aire libre y porque los niños se enfocan en un rango de distancias en lugar de solo objetos cercanos. Enfocarse en objetos cercanos como libros, pantallas de computadora y teléfonos durante largos períodos de tiempo como niño también puede aumentar su riesgo de miopía.

En general, se recomienda un equilibrio entre el trabajo cercano y el tiempo que se pasa al aire libre para ayudar a que los ojos se desarrollen adecuadamente.
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