Medicamentos contra la alergia
Reactine
Es un medicamento antihistamínico con Cetirizina (antihistamínico) y Pseudoefedrina (descongestivo nasal) no sujeto a prescripción médica. Se presenta en comprimidos de liberación prolongada y actúa como antialérgico y descongestivo nasal.
Reactine Cetirizina/Pseudoefedrina en comprimidos está indicado para el alivio de los síntomas nasales y oculares de la rinitis alérgica estacional cuando se acompaña de congestión nasal, en adultos y adolescentes mayores de 12 años.

Colirio Reactine
Es un medicamento antihistamínico con levocabastina no sujeto a prescripción médica. Gracias a su fórmula y modo de aplicación ocular Reactine Colirio alivia los síntomas de la conjuntivitis alérgica en sólo 15 minutos.
Spray Nasal Reactine
Es un medicamento antihistamínico con levocabastina no sujeto a prescripción médica. Gracias a su fórmula y modo de aplicación por vía nasal Reactine Spray Nasal alivia los síntomas de la rinitis alérgica en sólo 5 minutos.
Oralair, ya a la venta en España
Oralair es el primer tratamiento pre-coestacional de inmunoterapia sublingual en comprimidos para la rinoconjuntivitis alérgica causada por polen de gramíneas.
OralairOralair, medicamento indicado para el tratamiento de la rinitis alérgica, ya está disponible en España con receta médica ordinaria, financiación pública, aportación normal y visado de inspección. Oralair, de Stallergenes Ibérica, es el primer tratamiento pre-coestacional de inmunoterapia sublingual en comprimidos para la rinconjuntivitis alérgica grave causada por el polen de gramíneas.
Oralair contiene un extracto alergénico. El tratamiento con ORALAIR está indicado para aumentar la tolerancia inmunológica hacia los pólenes de las gramíneas y, de esta manera, disminuir los síntomas alérgicos.
Oralair se usa para el tratamiento de la alergia al polen de las gramíneas, que se caracteriza por rinitis (estornudos, moqueo, picor nasal, congestión nasal) con o sin conjuntivitis (picor de ojos y lagrimeo) en los adultos, adolescentes y niños a partir de cinco años.
Antes de comenzar el tratamiento, la alergia debe ser diagnosticada mediante las pruebas cutáneas o los análisis de sangre apropiados, por un médico especialista con experiencia en el tratamiento de las enfermedades alérgicas.
Oralair se compone de un conjunto de pólenes de gramíneas que se corresponden mayoritariamente con la exposición natural de los pacientes en España: Lolium perenne, Poa pratensis, Phleum pratense, Dactilys Glomerata y Anthoxanthum odoratum.
La farmacéutica Merck espera la aprobación de antialérgico
Merck espera poner a la venta un nuevo tipo de tratamiento que reduce gradualmente los síntomas de la alergia al polen.
La empresa farmacéutica Merck & Co. anunció que los reguladores federales revisaran su solicitud para poner a la venta un nuevo tipo de tratamiento que reduce gradualmente los síntomas de la alergia al polen, en vez de una solución temporal que alivia el estornudo y la picazón.
El tratamiento, consiste en una tableta que se disuelve rápidamente debajo de la lengua, podría ser la primera alternativa disponible en Estados Unidos en vez de colocarse una incómoda serie de inyecciones contra la alergia. Ambos métodos operan desensibilizando gradualmente el sistema inmunológico del paciente a la sustancia que provoca la reacción alérgica.
La píldora de inmunoterapia de Merck, que aún no cuenta con nombre, tendría que ser tomada diariamente a lo largo de la temporada de alergias durante tres años.
La empresa ha realizado seis estudios durante la última etapa de pruebas de la tableta, en casi 3.500 adultos y niños. Los estudios se llevaron a cabo durante la temporada de mayor cantidad de polen en el verano y en la primavera, y detectaron que la píldora era segura y efectiva para reducir los síntomas de alergia al césped. Estos son, el moqueo nasal, congestión, estornudo, ojos llorosos y picazón en estos.
La doctora Linda Cox, presidenta de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología, calificó las tabletas de inmunoterapia como un “importante avance” en el tratamiento a los pacientes porque han sido desarrolladas a partir de múltiples tipos de las alergias más comunes.
La terapia inmunológica es el único tratamiento que está dirigido a la causa original de una alergia a sustancias tales como el polen, al polvo, a la picadura de insectos y la caspa de los animales.
La firma Merck, con sede en Whitehouse Station, Nueva Jersey, confía en que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) se decida a aprobar el tratamiento en el primer trimestre del próximo año.
Cetirizina
La cetirizina es un fármaco utilizado para aliviar temporalmente los síntomas de alergias. Es un antihistamínico considerado de segunda generación por no provocar somnolencia. Actúa bloqueando la acción de la histamina, una sustancia presente en el organismo que provoca los síntomas de alergia.

La cetirizina se administra por vía oral, (jarabes, comprimidos, cápsulas blandas y gotas pediátricas) mostrando un efecto muy rápido y una acción prolongada, lo que permite una dosificación más cómoda. Después de una dosis oral, las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan en una hora y son proporcionales a las dosis administradas.
La cetirizina ejerce sus efectos antihistamínicos al competir con la histamina por la unión al receptor H1 de la misma. La característica de ser un fármaco menos lipófilo que otros antihistamínicos provoca que la cetirizina no penetre o penetre muy poco al sistema nervioso. Esta es la razón por la que la incidencia de somnolencia con el uso de cetirizina es menor, aunque si dicho efecto se produce está relacionado con la dosis administrada.
La cetirizina está indicada para tratar las siguientes afecciones alérgicas:
Alivio de los síntomas, estornudos; escurrimiento nasal; comezón, enrojecimiento o lagrimeo de ojos; y comezón en la nariz o la garganta, picazón y enrojecimiento de la urticaria. Sin embargo, la cetirizina no previene la urticaria ni otras reacciones alérgicas de la piel.
Inhibidores de leucotrienos
Los leucotrienos son unas hormonas producidas por los glóbulos blancos y que pueden causar inflamación, retención de líquido, exceso de secreción mucosa y opresión pulmonar.
Los inhibidores de leucotrienos (montelukast, zafirlukast, zileuton, etc.) son medicamentos antiinflamatorios no esteroides que disminuyen la inflamación al prevenir la acción de los leucotrienos sin tener los inconvenientes de los corticoides y menos efectos secundarios. Están aprobados para personas con asma o rinitis alérgica severa.

Algunos de inhibidores de leucotrieno que están disponibles incluyen:
Montelukast (Singulair)
Zafirlukast (Accolate)
Zileuton (Zyflo)
Montelukast (Singulair) y zafirlukast (Accolate) funcionan de modo competitivo inhibiendo los leucotrienos, esto significa que ellos compiten con los leucotrienos en la sangre para sujetar a los receptores de leucotrieno en ciertas superficies celulares.
inhibidores de leucotrienos (montelukast, zafirlukast, zileuton, etc.)
La función del Zileuton (Zyflo) es detener la acción de una enzima (5-lipoxigenasa), la cual a su vez inhibe la formación del leucotrieno.
Corticoesteroides (Corticoides)
Los Corticoesteroides también llamados corticoides necesitan receta médica y se utilizan más frecuentemente cuando los medicamentos antihistamínicos y descongestionantes no consiguen aliviar los síntomas alérgicos. Son tratamientos más potentes e indicados para síntomas más graves y por ello más susceptibles de ocasionar algunos efectos secundarios de distinto grado pero el beneficio/riesgo es asumible por su efectividad. Se prescriben por periodos limitados de tiempo y es aconsejable retirarlos gradualmente. Las cortisonas están disponibles en: cremas, lociones, pomadas y ungüentos para la piel, gotas oftálmicas, aerosol nasal e inhaladores.

Vacunas antialérgicas
Vacunas para Alergia – Inmunoterapia
Cuando los tratamientos de primer estadio no son todo lo efectivos que sería deseable o cuando la reacción alérgica es más grave (en casos de asma, por ejemplo) se recomienda el uso de vacunas para las alergias (inmunoterapia) sobre todo si se es reactivo a un alérgeno que no pueda evitarse. Estas vacunas (existen ya algunas en comprimidos, otras en forma de administración sublingual o bien en inyección subcutánea) impiden que el cuerpo reaccione exageradamente al alérgeno.

La administración periódica de inyecciones del alérgeno y con dosis que van incrementándose paulatinamente hasta alcanzar la máxima dosis consigue muy buenos resultados de remisión de síntomas e incluso de inmunización en un periodo que oscila de los 3 a los 5 años, siempre bajo la indicación del profesional sanitario.
Medicamentos que se pueden utilizar para tratar las alergias
Medicamentos para tratar las alergias:
El arsenal terapéutico del que dispone la profesión médica para el tratamiento de las alergias es amplio y variado cubriendo a la perfección el espectro de síntomas y reacciones alérgicas que pueden padecerse. Como en todo tema relacionado con la salud, la rapidez en el diagnostico preciso es un elemento esencial en la instauración de todo tratamiento.

Dependiendo de la sintomatología y gravedad de la alergia o la localización de sus efectos en distintos órganos, pueden emplearse desde una crema o loción antihistamínica a unos comprimidos, espráis, gotas o inyecciones. Será el médico de asistencia primaria o el especialista alergólogo el que determinará el tratamiento adecuado para cada patología teniendo en cuenta el historial clínico del paciente, edad y afectación.
Descongestionantes
Descongestionantes Nasales
Los descongestionantes alivian la congestión nasal (taponamiento, exceso de moco, rinorrea, etc.) La pseudoefedrina y la felilefrina son normalmente los ingredientes activos más comunes en los descongestionantes sin receta. En los aerosoles de venta libre se utiliza generalmente la oxitometazolina y derivados moleculares, a veces complementados con alguna sustancia balsámica coadyuvante.

Para los casos más serios y con la correspondiente receta médica existen aerosoles con corticoides (fluticasona, triamcinolona, mometasona, etc.) de elevada efectividad y menor cadencia de uso.
No se deben usar aerosoles nasales descongestionantes más que unos cuantos días, dado que causan el efecto de “rebote” y empeoran la congestión llegando a crear una adicción en el paciente que cada vez necesita más aplicaciones. En ese estadio la única solución efectiva es dejar de usarlos. Los descongestionantes en forma de pastilla no causan este problema. Las personas con hipertensión arterial, problemas cardíacos o agrandamiento de la próstata deben usar descongestionantes con precaución y bajo prescripción médica.
Antihistamínicos
Los antihistamínicos son los fármacos más empleados en el tratamiento de las enfermedades alérgicas.
Su característica es la de inhibir los efectos de la histamina en las reacciones alérgicas, a través del bloqueo de sus receptores.
Los antihistamínicos pueden tomarse por adelantado para prevenir los síntomas alérgicos antes de que comiencen y cuando está iniciado el proceso para detener los síntomas molestos que provoca la alergia (congestión, estornudos, lagrimeo, picor, etc.). Algunos están disponibles sin receta médica y en muchas formas terapéuticas como cápsulas, pastillas -para tragar y bucodispersable de efecto más rápido-, gotas oftálmicas, inyecciones, lociones, jarabes, aerosol nasal. Son los de primer uso y utilización más general por la población para el tratamiento de síntomas de grado menor y como preventivos.

Los antihistamínicos suelen clasificarse en los de 1ª generación, y antihistamínicos no sedantes o de 2ª generación.
Los antihistamínicos clásicos o de primera generación
Los antihistamínicos clásicos o de primera generación son fármacos que penetran bien en el SNC y son poco selectivos en sus acciones. Por todo ello, causan diversos efectos indeseables como sedación, somnolencia, aumento del apetito y efectos anticolinérgicos (sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento y/o retención de orina); algunos de estos efectos también se han utilizado con fines terapéuticos, como sus acciones de inhibición del vómito y el mareo, o la acción de secar las mucosas para aliviar el goteo nasal. Por lo general, los antihistamínicos clásicos se transforman rápidamente en el hígado en derivados (o metabolitos) inactivos, por lo que es necesario tomarlos tres o cuatro veces al día. Alguno de ellos puede usarse igualmente por vía parenteral (intramuscular o intravenosa), lo que fomenta su empleo en la urticaria y otras reacciones alérgicas agudas.
Los antihistamínicos no sedantes o de segunda
Los antihistamínicos no sedantes o de segunda generación actúan más selectivamente sobre los receptores H1 y penetran menos en el SNC, por lo que se consideran más seguros desde el punto de vista del rendimiento laboral y escolar, la conducción de vehículos y otras actividades diarias que dependen del grado de somnolencia y lasitud. Además presentan, en general, menos interacciones medicamentosas que los fármacos clásicos. Por otra parte, sus características farmacológicas permiten en la mayor parte de los casos su uso en dosis única diaria. Los antihistamínicos de 2ª generación se emplean sobre todo en la rinoconjuntivitis alérgica y en la urticaria aguda y crónica, aunque sólo como tratamiento de mantenimiento, ya que existen en comprimidos, gotas o jarabes, en aerosoles nasales y en colirio, pero carecen de presentaciones por vía intramuscular o intravenosa.

Medicamentos caducados pueden originar alergias y agravar enfermedades
Medicamentos caducados
Especialistas de la Dirección de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) advirtieron sobre los riesgos de consumir un producto farmacéutico vencido, pues señalaron que al expirar no sólo pierden sus propiedades terapéuticas sino también pueden ocasionar alergias, dolencias diversas, resistencia bacteriana, hasta intoxicaciones de leves a severas que no sólo agravan la enfermedad que se desea curar o controlar, sino que originan sobre gastos no justificados.
Por ello recomiendan a la población, antes de consumir un producto, siempre verificar en el rotulado de los envases la fecha de vencimiento.
Al adquirir un medicamento como tabletas, cápsulas o comprimidos, es importante solicitar al químico farmacéutico, responsable del establecimiento, que le muestre la fecha de expiración que se consigna en la etiqueta o folio del producto. Asimismo recalcaron que se debe examinar que los números que componen la fecha de vencimiento deben estar impresos de forma nítida, no sobregrabado ni colocados en alguna pegatina.

Del mismo modo aconsejaron sólo adquirir los medicamentos en establecimientos autorizados y nunca en lugares que los expenden de forma ambulatoria e informal.
Recordaron que es responsabilidad de los químicos farmacéuticos regentes retirarlos para su venta, y almacenarlos en lugar seguro, con un rotulado que indique que son “medicamentos vencidos” para devolución o destrucción, de acuerdo a lo establecido en la norma, su incumplimiento está sujeto a sanciones.
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